Comer en un restaurante y comer sano son actividades rara vez complementarias. De hecho, salir a comer se cita a menudo como la razón principal para un estilo de vida poco saludable. Pero, con un poco de conocimiento y preparación, comer fuera de casa será una tarea fácil y saludable.
En ocasiones nos dejamos llevar por el antojo o las deliciosas imágenes de la carta, pero en la actualidad los restaurantes por regla ya tienen siempre algo que ofrecernos bajo en calorías y no se necesita ser un experto en nutrición, si no un poco de sentido común.
En este artículo encontrarás algunas reglas prácticas para que no te salgas del camino.
La mayoría de nosotros probablemente tiramos nuestro sentido común por la ventana cuando vemos un menú lleno de comida descrito espectacularmente. Aquí están algunos recordatorios simples que usted debe seguir al ordenar en un restaurant.
No permita que su fuerza de voluntad se apodere de usted. Cuando vemos un plato de deliciosa comida en frente es difícil dejar de comer y lo hacemos hasta que ya no podemos más. La mejor opción es siempre pedir medias porciones y así dejar espacio para un aperitivo o entrada.
Recuerde el comer despacio. El ir con amigos ayuda a que al estar platicando uno coma lento y porciones más pequeñas de alimentos, ya que las señales de saciedad tardan en llegar a nuestro cerebro.Es bueno hacer pausas o masticar lentamente cada bocado para darnos cuenta en verdad cuando estemos satisfechos.
Un platillo se puede volver poco saludable si lo recubrimos de aderezo, así que siempre pide tu ensalada con el aderezo aparte. No le añadas crotones ni tortilla. Es una excelente opción iniciar siempre con una sopa de vegetales o ensalada.Te hará sentir satisfecho y comerás menos.
A menudo en algunos restaurantes tardan en realizar los alimentos y nos ofrecen pan o totopos. Estos totopos se hacen para no desperdiciar la tortilla que deja otro comensal. Por lo general, todos los restaurantes las reciclan y convierten en deliciosas tortillas doradas, aunque sabiendo la procedencia ya no parecen tan deliciosas.Así que si te es imposible resistir, pide que los retiren de tu mesa y al ordenar tu bebida pide una rica ensalada para que puedas controlar tu apetito.
Si eres un cliente frecuente en algún restaurant y ya te conocen, o si le tienes confianza al que te atendió, pregúntale si tiene pam o algún aceite en aerosol y te haga favor de usarlo al hacer tus huevos o tu carne para que no le añadan porciones extra de grasa, seguramente te dirán que si tienen, haz la prueba y verás que siempre tienen.
En la mayoría de las ocasiones el plato fuerte no representa un problema al menos que este bañado en una deliciosa crema o cubierta de queso, así que prende tu sentido común y escoge con simplicidad. Los que a menudo representan un peligro son las guarniciones. En la mayoría de los lugares es común el arroz, el cual por cuestiones de tiempo prácticamente se fríe en una freidora y se pone a cocer para que quede esponjosito y delicioso, ya ni hablemos del arroz chino. Otra estrella en los platillos de los restaurantes es el puré de papa. ¿A quién no le gusta ese puré tan delicioso y amarillo? De pequeña me preguntaba porque era amarillo y el de la casa de mi mamá blanco, ahora con el tiempo me doy cuenta que nunca es suficiente mantequilla tratándose de un puré. Así que decidamos que guarniciones vamos a pedir en lugar de que el restaurant elija por ti.
En serio, no tomen refresco. Este tip creo que es el que tiene más sentido común y que todos conocemos, pero vale la pena recordarlo porque a todos se les olvida. No porque diga light o con stevia es saludable, la mercadotecnia solo nos ayuda a justificarnos de un hecho que es inevitable: “Hace daño, lo sé, pero lo consumo”.
La regla para salir a comer es muy simple: si suena saludable, se ve simple en el menú, con pocos ingredientes agregados, puede que lo sea. Si no estás seguro, pídele al mesero que te oriente sobre las preparaciones de los platillos; asado, a la plancha u horneado siempre suena bien.